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El estimado escritor Mario Malpartida, en amena y cómplice conversa con sus colegas Andrés Jara y Arlindo Luciano, comentó detalles sobre el origen de su primer libro de cuentos “Pecos Bill y otros recuerdos”, a propósito de su cuarta reedición que anoche presentó ante jóvenes y amigos espectadores que concurrieron al auditorio del Museo Regional Leoncio Prado Gutiérrez.
“El libro está escrito con mucho sentimiento y me ha dado grandes satisfacciones”, afirma Mario, confesional, evaluando esos 27 años de éxito que separan esta última edición del libro con la primera aparecida en el segundo quinquenio de la década de los 80. “Y fue escrita con una completa inocencia literaria”, agrega.
Su libro, junto a los de Samuel Cardich y Andrés Cloud, “Malos tiempos” y “Usted comadre debe acordarse”, marca un antes y un después en la literatura huanuqueña. El tránsito de lo prehistórico a lo moderno en materia escrituaria.
“El apoyo del libro es autobiográfico”, manifiesta el autor, pero al toque aclara: “Pero mi vida no es tal como fue, sino como la recuerdo, como la recuerdo para contarlo, como dice Gabriel García Márquez, o como señala Mario Vargas Llosa que la memoria es el punto de partida de la ficción, es decir el recuerdo a nuestro gusto, a nuestro capricho”.
Malpartida evoca que cuando publicó o, mejor, cuando escribió el volumen de cuentos “estaba en el tránsito difícil de una sociedad a otra”, en referencia a su establecimiento en tierra huanuqueña, dejando atrás su Lima natal, a la que, por esas fechas, anhelaba y decía que volvería el año siguiente. Y nunca lo hizo. “Al final, una forma de regresar es recordar”.
“Pecos Bill y otros recuerdos” es un libro clave para Huánuco, trasciende su tiempo y rebasa sus fronteras. Su vigencia y su singularidad animan a otros lectores a perderse entre sus páginas, como lo hicieron nuestros mayores a fines de la década del 80.
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