Por: Mg. Teresa Chara de los Rios
Watttts?? diría Magaly Medina, al enterarse de la expresión del señor Alcalde hacia la Congresista Karina Beteta. El locutor Carlos Galdós hubiera dicho ¿Qué le pasó, se cayó del catre?? Y yo pregunto: ¿Qué pasó con el señor Alcalde, pretendiente a la reelección, Jesús “Coco” Giles?
Leí en un diario local, que frente a la denuncia formulada por la Congresista Karina Beteta, y como argumento supuestamente de defensa, el mencionado Sr Alcalde Candidato lanzó un sorprendente: “O será que ella quiere algo conmigo, yo tengo mi esposa por si acaso”, Es una expresión, a mi modo de ver, muy desafortunada, con una carga machista de menosprecio camuflado a la mujer, en una sorna que tiene un alto contenido sexual.
¿Esteremos frente a ese ser mitológico llamado macho cabrío? Este término tomó acepciones no solo de virilidad, si no también de grandeza, poderío y masculinidad.
Es obvio, que nos hubiera gustado escuchar argumentos sesudos, más inteligentes, por que esta expresión, si se quiso darle un valor de contundencia y salir airoso de una discusión, es poco inteligente, que lejos de aclarar las cosas las deja en suspenso, y puede dar pie a más de una suspicacia. Por otro lado, trae por tierra la imagen de una autoridad que pretende re-elegirse y que dice valorar a las mujeres y las llama de “mamitas lindas” ¿será de la boca para afuera?
El objetivo de la presente nota no es comentar el tema de fondo de la denuncia, eso lo dejamos a otras instancias más competentes. Dejamos si en claro que, la Congresista Karina Beteta, tiene todas las facultades y hasta la obligación como Congresista, para fiscalizar y denunciar los casos de corrupción no solo del Alcalde si no de cualquier otra autoridad, para ponerlo a disposición de las autoridades competentes para tratar estos casos, eso es saludable por el bien de la democracia y la transparencia que tanta falta nos hace.
Sin embargo también es cierto que hasta que no salga una sentencia judicial, no podemos juzgar al denunciado, por respeto a la honra de las personas. Tampoco se le debe agarrar antipatías y buscar tres pies al gato a la denunciante sólo con el ánimo de desacreditar la denuncia, sino más bien, se debe preocupar en demostrar la validez y veracidad de los hechos denunciados.
Nuestro artículo busca llamar la atención sobre el respeto mutuo que nos debemos las personas independientemente de nuestro sexo o de otras condiciones, por ello me parece lamentable que una importante autoridad tenga este tipo de expresiones con una dama. No importa si esa dama es una mujer humilde que se gana la vida lavando la ropa o vendiendo comida en la calle, o se trata de una señora Congresista. Lo importante es que Karina Beteta es una mujer y que al igual que él, tiene honra y merece respeto.
Al margen de la denuncia por un lado y de demostrar inocencia por otro, considero que el señor Alcalde debe pedir disculpas a la mujer Congresista en particular y en general a todas las mujeres que en una u otra forma nos hemos visto afectadas por esa expresión tan chabacana, innecesaria en el contexto, quizás producto del enojo e incomodidad por las declaraciones de la Congresista, pero inoportuno. Que no olvide que él viene de una mujer, está casado con una mujer y hay muchas mujeres que votaron por él y no creo que todas quisieran “algo con él”.
Ahora me pregunto ¿Qué hubiera dicho el señor Alcalde si quien lo fiscalizara fuera un hombre, un Congresista? ¿Hubiera dicho lo mismo? Estoy casi segura que no. Si lo hubiera dicho, esas expresiones hubieran desatado mayores comentarios porque estaríamos hablando de componentes homosexuales.
Decir “O será que ella quiere algo conmigo, yo tengo mi esposa por si acaso” es un recurso barato que usan algunos hombres en forma desesperada cuando ya no tienen argumentos que hagan válida su defensa. ¿Será este el caso del señor Alcalde? El tiempo lo dirá.
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