Una institución llamada coima

Pensar en un país sin coimas ni corrupción, es un sueño maravilloso, es como sacarse el premio mayor de la lotería.

La coima es el lubricante que hace correr los expedientes guardados por mucho tiempo, es la varita mágica que cambia la ubicación en el orden de prioridad para el pago de los proveedores; es la responsable de que las obras de construcción terminen costando el doble de lo presupuestado, por reiteradas ampliaciones presupuestales. Es la causante de que se caigan las obras recién inauguradas o se hagan huecos las pistas recién asfaltadas.

La coima también es como el santo que hace milagros. El milagro que el cartón mezclado con azúcar y saborizantes, se convierta en galletas para los desayunos escolares; de que las corontas de choclo, se conviertan en cereales para el programa del vaso de leche.

La coima es la mejor dieta para aquellos funcionarios desnutridos, los hace ganar kilitos de más en pocos meses, les engorda los bolsillos y sus cuentas bancarias. La coima es la receta perfecta para que malas autoridades contraten asesores, sin experiencia ni brillantes curriculums, para que luego compartan sus elevados honorarios. La coima es la “todo poderosa” que contrata empleados fantasmas para después cobrar sus sueldos vía cajero automático y así no deja huellas.

La coima es la “reina de todas las reinas” porque contrata a jóvenes secretarias sin ninguna experiencia, para que ocupen cargos gerenciales y luego tienen que pagarle “el favor al jefecito” con horas extras fuera de la entidad.

La coima avanza lenta pero segura, cuando tiene que dar certificados falsos; cuando se ostentan títulos profesionales sin siquiera haber pisado la universidad; cuando se aprueban los cursos sin haber asistido a clases. La coima es feliz cuando pasan el billetito dentro de los documentos o cuando se estrechan la mano. La coima también corre por las carreteras cuando el policía, lejos de chequear las condiciones técnicas y documentos del vehículo, se hace “de la vista gorda” y sonríe alegremente porque le llegará un “sencillo”.

La coima no se queda tranquila, tiene muchas cabezas, ojos y oídos. La coima hace que las autoridades contraten espías como “gente de confianza” para que les informe de todo lo que conversan y hacen los trabajadores, pero no para mejorar la gestión, sino para despedir o coaccionar a los que no se “alinean”.

La coima no distingue oficios, cargos, edades, condición social, lugar de nacimiento. Ella es hábil, se disfraza de bondad y amabilidad, tienta, propone, endulza, seduce… La coima es una “pendeivis” porque tiene su propio lenguaje:

“La coimisión” - “pásame la manti” – “la mermelada” – “la propinita” – “vamos a medias” - “para la gaseosita” – “hoy por ti, mañana por mí” – “la mordida” - “agua para mi molino” – “bájame la mía” – “el diez por ciento” – “espérame en la esquina” – “el toma y daca” – “cáete con algo” - “dame tu cariño”.

La coima supera ampliamente a “Ali Babá y los Cuarenta Ladrones” porque hace rato que ya no son cuarenta sino millones. Todas las cárceles del mundo no tendrían capacidad para albergar a tan distinguidos huéspedes.

Lo cierto es, que para que la coima siga haciendo de las suyas, requiere de autoridades corruptas, que creen que el ocupar un cargo público, es el “mejor negocio del mundo”; la coima se alimenta de autoridades prepotentes, insensibles y que rechazan todo tipo de fiscalización, sistemas de control y auditorias, de falta de transparencia en la información oficial y en el gasto público.

Pero también es cierto que si no hubiera ciudadanos dispuestos a pagar por debajo de la mesa, la coima moriría. Seamos concientes y responsables. No permitamos que la coima nos invada. Somos los ciudadanos y ciudadanas de a pie, los llamados a ponerle fin. ¿Aceptarías el reto?

Por: Mg. Teresa Chara de los Rios,
Publicado en diario Hoy Regional
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About Orlando Bravo Jesus

Blogger y periodista huanuqueño.
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2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡ Bravo, gente de " Reporte al día"!
La nota sobre la coima es excepcional...
Describe la realidad mundial en un lenguaje claro...
Hay que tener valentía para escribir y publicar como lo hace la autora.
Creo que las descipciones sinceras, cualquiera sea el tema, permite hacer un lugar a la reflexión y a la concientización.
Nuevamente felicitaciones a Orlando Bravo por la orientación del blog.
Que Jesús Comunicador siga bendiciendo ese trabajo y que los colaboradores sigan siendo tan lúcidos como los que estamos leyendo.
Celamita de Argentina

Anónimo dijo...

Hola
"País sin coima" no es un sueño es una sociedad con autoridades que saben diferenciar entre honestidad o deshonestidad.
La ley peruana prohibe los sobornos, pero quien los crea? las autoridades o los ciudadanos que necesitan un favor?
Tu afirmas que la culpa lo tiene los ciudadanos que sobornan .... DISCULPAME pero yo no comparto tu punto de vista, te voy a dar unos ejemplos:
- Una persona comete una falta y sabe que tal vez que ira a parar a la carcel; qué crees que hace esta persona?
Respuesta: Como todo ser humano que quiere salir de algo penoso ofrece un soborno a las autoridades y es ahora esta persona quien decide si acepta o no esta coima.
Entre mis viajes por varios paises escandinavos e observado que esto de COIMAS NO EXISTEN no es comun, no se leen en los diarios ni nada por el estilo como sucede en el Peru.
Sabes, qué sucede si tu tratas de sobornar a un policia?
Te expones a que te envien a la carcel o pages una multa solamente por intentar sobornar a una autoridad.
Resumen: En una sociedad como la que vivo aca en suecia existen personas que quieren sobornar (normalmente son extranjeros)pero las autoridades no aceptan los sobornos, ni en forma de regalos por un servicio prestado o algo asi .....
Ahora, quién puede parar los sobornos?

Juan Carlos Vinatea