Por:Santos Jaimes Serkovic
Los dedos de los pies le dolían por el frío, el dolor lo sentía hasta la altura de la rodilla, Como si quemara, no con sensación de frío. El hambre lo tiene como un peso que lo aplasta. Recuerda, los últimos granos de cancha que le dio a su hijo con agua hervida. Hoy día su hijo amaneció muerto. Estaba duro y helado. Hace dos semanas había enterrado a su esposa, que murió de hambre en su séptimo mes de embarazo. La oración que pensó, al cubrir su tumba con piedras, se perdió entre las nubes, cuando levanto el rostro para mirar el cielo. ¿Qué es lo que no hice? Se preguntó.
Estaba siguiendo a gente que caminaba hacia donde se pone el Sol. Había escuchado de grandes ciudades. Que no había frío, y que podría encontrar trabajo y comida.
Los grupos de gente, que caminaban no dejaban acercarse a nadie. A quien se aproximaba lo mataban. Estaban defendiendo sus pocas raciones de alimentos que les quedaban. Eran los campesinos de las pampas de Junín. Los habitantes de las zonas urbanas, ya habían migrado hace unos años.
Su cosecha de papa y de ollucos que llevo al mercado de Cerro de Pasco, se quedaron en la puerta del mercado principal. Estaba vacío. No había nadie. El silencio era desolante.
Caminó algunas calles y vio solo basura, casas abandonadas sin puertas. Las maderas de techos y ventanas se habían utilizado como combustible. Ya no había nadie, no había nada. Apuró el paso. Tenía que llevar algo a su chacra. Necesitaba dinero para medicinas, para sal, para fósforos. No había nada. Su esposa y sus tres hijos tenían para comer de la cosecha. Pero, el había trabajado en una mina y no sabía sobrevivir con solo su cosecha. Necesitaba dinero.
Cuando se acabaron los minerales, las empresas mineras se fueron. La economía se paralizó. Solo los empleados del estado que tenían un sueldo estaban sobreviviendo las miserias. Por un tiempo, después también se fueron. Cerro de Pasco, Junín y La Oroya, no eran pueblos autoabastecidos. Tenían fuertes economías y una gran población urbana. No sabían de vida agrícola, nunca se auto proveyeron de alimentos. Ahora eran ciudades fantasmas. La electricidad había colapsado, los servicios de agua no pudieron sostenerse por falta de pago. Las vías y los servicios desaparecieron. Migraron. Huyeron del hambre. Se dirigieron a la costa y a la selva. Las invasiones y la falta de seguridad, en Huancayo, habían convertido en tierra de nadie al Mantaro. Sus pobladores tenían un bajo coeficiente mental por la contaminación permanente de Plomo y la mayoría presentaban deformaciones genéticas por la contaminación de Arsénico y otros metales pesados durante los150 años de explotación minera. En las pocas radios que se sintonizaban, aún se escuchaba la lacerante mentira: “La minería apoya el desarrollo”. El valle del Mantaro no era una zona elegible para migrar.
Hacía 5 años de la matanza. Hordas de miles de migrantes provenientes de las zonas mineras llegaron a la costa. Ya no había espacio en la zona urbana de Lima. Los cerros de Monterrico, de la Molina, del Agustino, de Comas y de las playas del sur, estaban cubiertos por casas de esteras. Las casas playeras del sur habían desaparecido con el tsunami del último terremoto. Ahora eran “barriadas” de casas de esteras, con su bandera. Nos Recordaban a los primeros días de Villa el Salvador, pero ahora estaba multiplicado por miles, la gente y sus necesidades.
El agua fue el detonante. Los que se establecieron primero recibían el agua de los camiones cisterna. Los que vinieron después, y se asentaron alejados, tenían que caminar kilómetros para recibir sus escasas raciones de agua. Hasta que un día las cisternas no llegaron. El estado había colapsado.
El estado ya no tenía ingresos provenientes de los movimientos económicos de los trabajadores de las minas. Por que las mineras como siempre, nunca pagaron sus impuestos con justicia. Siempre maniobraban sus contabilidades para reportar pocas ganancias, el Perú se quedó pobre.
La matanza, se produjo por proteger una de las caravanas de camiones de carga que llegaba del sur. Fue al amanecer. Hacían tres días que no pasaba ningún vehículo. El silencio fue roto por el rugir lejano de motores. Los perros ladraron. La gente con sed y con hambre no había dormido.
Cuando aparecieron las luces en la carretera, la gente corrió. Pensaban que era agua. La horda desesperada fue aumentando y se dirigió hacia los camiones. Agua, gritaban. Las luces se aproximaron. Llegaron, Los camiones no se detuvieron. Envistieron contra la gente y continuaron. La gente que estaba a los bordes de la carretera reaccionó y atacaron a los camiones posteriores.
Varios camiones con toldos se descubrieron, y soldados apertrechados empezaron a disparar contra la población. Como de costumbre, la prensa calló. No hubo denuncias policiales ni judiciales. Los soldados eran para militares, contratadas por las empresas mineras. Los muertos, fueron recogidos por palas mecánicas, e incinerados en unos crematorios portátiles. No había vestigios de la Matanza. Oficialmente, la matanza no ocurrió. Solo el nombre del lugar cambió. Ya no se llamaba Asia. Se llama “Las Matansas”.
En la selva, había un movimiento económico diferente. Cuando los laboratorios del hemisferio norte, empezaron a producir la cocaína transgénica a partir de bacterias Fusarium mejoradas, el narcotráfico se paralizó.
La OMS (Organización Mundial de Salud) de las Naciones Unidas (ONU), hacía 4 años declaro a la Hoja de la planta de Coca, efectivamente como no tóxica. La OMC (Organización Mundial de Comercio) Retiro a la hoja de coca de la lista de plantas tóxicas y autorizó la comercialización internacional.
Un grupo científico. Nombrado por la región APUMAYUS (Los Ríos Dioses) en referencia al río Santa, el río Marañón, el río Huallaga y el río Ucayali, de los departamentos de Ancash, Huanuco y Ucayali, que conforman esta región. Presentó el informe que hacía mucho tiempo se sabía. Que la hoja de coca no era tóxica. Los cocaleros agrupados en asociaciones comerciales implementaron Factorías de procesamiento. Se estaba vendiendo la hoja de coca como bolsas filtrantes y como polvo para su consumo como alimento funcional. La demanda mundial, cada ves mayor, ya había financiado 2 aeropuertos comerciales de donde diariamente partían cientos de aviones cargueros abasteciendo los mercados del mundo. El Té, el Café, el Chocolate, han sido desplazados. Los beneficios en la salud de la hoja de coca, consumido como polvo con los alimentos, estaba rehabilitando los sistemas digestivos y locomotores de sus consumidores.
Los agricultores cocaleros están bien organizados, y las plantas procesadoras pagan un justo precio. Pero ya no había áreas para más agricultores. Los cocaleros ya no dejaban llegar migrantes. Tenían u n sistema para militar que los disuadían. Las zonas proveedoras de mano de obra para la agricultura cocalera eran los nuevos centros de movimiento.
Los jornaleros bajaban en la época de cosecha y retornaban a sus tierras. Algunas poblaciones se organizaron y prosperaban. Otros eran centros de corrupción escándalo vida fácil y deterioro moral y social.
La agricultura en el norte estaba totalmente mecanizada. Requerían de poca mano de obra. Con el terremoto, las represas habían desaparecido y el agua de las cordilleras son muy escasas. Las grandes plantaciones están en los antiguos desiertos, junto al mar. Los campos agrícolas, de las antiguas irrigaciones están abandonados. No hay agua. Ahora la agricultura está irrigada con agua de mar desalinizada. Gigantescas plantas eólicas de electricidad generan energía suficiente tanto para desalinizar el agua como para abastecer los pequeños centros poblados. Eran verdaderas fortalezas medievales. Se restringía el ingreso a extraños. Son ciudades estado autónomas y con sus propias medidas de seguridad (Para militares).
Las grandes empresas agrícolas los protegen. Sus pobladores son técnicos altamente capacitados. La agricultura es tecnológicamente lo vas avanzado en el mundo. La circunstancia de un desierto, clima sin lluvias y agua desalinizada, permite la aplicación de tecnologías muy sofisticadas. Los cultivos transgénicos multiplicaron la productividad agrícola. Los agricultores andan con uniformes blancos, escafandras que cubren su cabeza con respiradores especiales y guantes plancos.
Las ciudades grandes están rodeadas por plantas procesadoras, que procesan alimentos. Los productos, son especiales, demandados por regiones del mundo, tanto como Alimentos funcionales, como para cubrir en las épocas de invierno, la ausencia en los mercados de los productos hortícolas y frutales frescos. El algodón de colores naturales, cubren grandes áreas agrícolas. Las semillas transgénicas de estas plantas los hicieron resistentes a las plagas. La fertigación con agua desalinizada, le ha permitido grandes producciones.
En algunas radios clandestinas que eran subvencionadas y protegidas en su informalidad por las mineras, cubrían todavía sus espacios de tiempo en blanco repitiendo la ofensiva mentira: La minería apoya el desarrollo en el Perú.
La Guerra por el agua entre Moquegua Tacna y Arequipa, había inutilizado los campos agrícolas. Por venganza a un ataque en la que tuvieron muchos muertos, un grupo había echado a sus ríos un metal venenoso. Los productos agrícolas de estos campos no son aptos para el consumo humano. Las pocas aguas habían sido contaminadas por las mineras. La poco agua existente, lo utilizaban para transportas sus minerales por los mineraloductos, y el agua contaminada se vertía directamente al mar.
En Juliaca y Puno, se vivía prosperidad. Un programa de transgénico de las alpacas había logrado que la fibra de alpaca fuera tan fina como la de la Vicuña. Habían logrado instalar genes de las vicuñas en el genoma de las alpacas. Grupos de pacovicuñeros, se habían organizado e importado sus plantas textiles y los venden a Juliaca. Los confeccionistas de Juliaca producen finas prendas que son solicitadas en todo el mundo.
La piel de las pacovicuñas, de las sacas anuales de animales viejos y exceso de machos, son comercializadas con gran demanda y a buen precio en los climas fríos del mundo. Se venden como abrigos y casacas de piel de vicuña.
Un estudioso en una conferencia, informaba. Si, Justo por aquí por encima de las colinas pasa la línea del tren rápido. Sí, el tren que se proyectó hacer para traer productos de la Patagonia , de la pampa Argentina uruguaya, paraguaya y boliviana, a los puertos de Apec: Ilo Callao y Paita. El tren también conecta a los llanos agrícola brasileros.
En el norte el tren llega hasta Manaos en el Río amazonas y existe un ramal al llano venezolano y hasta las siderúrgicas del Orinoco. El tren es subvencionado en un 30% en los fletes. Estaba bajando. Hace 3 años era 50 % de subvención y cuando comenzó hace 10 años era 70%.
La construcción del tren rápido (350 Km por hora) había sido financiada con el cobro a las empresas mineras y a la pesca de un 60% de Impuesto a la Renta.
Las empresas tienen como obligación pagar el impuesto a la renta en un monto mínimo igual al 10% del precio de venta de comoditis en el día del embarque. Las empresas que no podían pagar cerraban, y sus concesiones y licencias eran inmediatamente licitadas a empresas que pudieran pagar el valor de las acciones de la empresa deficitaria. El estado tenía que cobrar el 10 % correspondiente de parte de pago a los accionistas salientes, a quienes se les entregaba el saldo de sus acciones después de haber descontado el 10% no pagado.
Los Pagos del 10% al estado se hacen antes de 30 días de la fecha de embarque. Un día después a partir del día 31 el pago es del 15%. Y en el día 61 se licita la empresa..
Con este dinero se construyó el Tren Rápido Sudamericano.
Las Universidades han sacado promociones de profesionales, altamente calificados. Se logró contratando profesores de todo el mundo. La investigación rindió fruto con las plantas y animales transgénicas de alta producción y de alta calidad.
Los militares tienen centros de producción y de investigación, ahora que los coroneles, son los egresados de las escuelas militares, que recibieron a jóvenes graduados de los universidades, como sus cadetes. Todas las escuelas militares eran de pos graduados con altas calificaciones en sus universidades.
Al pasar el tren rápido por las zonas alto andinas, empezó el acopio de los nuevos productos. Papa transgénicas (Lograda con genes de Maca) resistentes al frío y a las plagas, que se cultivan en la meseta de Junín y en las laderas alto andinas de los grandes ríos. La prosperidad, emergía por agricultores laboriosos, alrededor de los pequeños reservorios con geomembrenas, que acumulan agua. Todo el cultivo de la zona alto andina es con riego tecnificado. La principal actividad en las épocas de lluvias es: almacenar agua.
Una prospera producción de flores GM (genéticamente modificadas), en los valles interandinos, producen seis cosechas al año, en invernaderos especiales, con riego tecnológico, con aguas también almacenadas en pequeños embalses.
La idea es llevar a los invasores de las playas del sur a estas zonas con prosperidad económica.
Pero el desaliento, y el pesimismo, provocado por las mineras, aún no se podían retirar de las mentes de estas familias.
Lima se está quedando sin agua. El embalse, con una represa de 5 metros de alto retiene el agua del Mantaro, en la Pampa de Junín. En la Oroya el río Yaulli corre en sentido contrario, del Mantaro, hacia la boca del túnel del tren rápido. El gran canal de agua que pasa el agua de la cuenca del Atlántico a la cuenca del pacífico, corre junto al tren de alta velocidad, en el túnel que une al centro del Perú, y a los trenes del norte y del sur, con el Callao.
Los dedos de los pies le dolían por el frío, el dolor lo sentía hasta la altura de la rodilla, Como si quemara, no con sensación de frío. El hambre lo tiene como un peso que lo aplasta. Recuerda, los últimos granos de cancha que le dio a su hijo con agua hervida. Hoy día su hijo amaneció muerto. Estaba duro y helado. Hace dos semanas había enterrado a su esposa, que murió de hambre en su séptimo mes de embarazo. La oración que pensó, al cubrir su tumba con piedras, se perdió entre las nubes, cuando levanto el rostro para mirar el cielo. ¿Qué es lo que no hice? Se preguntó.
Estaba siguiendo a gente que caminaba hacia donde se pone el Sol. Había escuchado de grandes ciudades. Que no había frío, y que podría encontrar trabajo y comida.
Los grupos de gente, que caminaban no dejaban acercarse a nadie. A quien se aproximaba lo mataban. Estaban defendiendo sus pocas raciones de alimentos que les quedaban. Eran los campesinos de las pampas de Junín. Los habitantes de las zonas urbanas, ya habían migrado hace unos años.
Su cosecha de papa y de ollucos que llevo al mercado de Cerro de Pasco, se quedaron en la puerta del mercado principal. Estaba vacío. No había nadie. El silencio era desolante.
Caminó algunas calles y vio solo basura, casas abandonadas sin puertas. Las maderas de techos y ventanas se habían utilizado como combustible. Ya no había nadie, no había nada. Apuró el paso. Tenía que llevar algo a su chacra. Necesitaba dinero para medicinas, para sal, para fósforos. No había nada. Su esposa y sus tres hijos tenían para comer de la cosecha. Pero, el había trabajado en una mina y no sabía sobrevivir con solo su cosecha. Necesitaba dinero.
Cuando se acabaron los minerales, las empresas mineras se fueron. La economía se paralizó. Solo los empleados del estado que tenían un sueldo estaban sobreviviendo las miserias. Por un tiempo, después también se fueron. Cerro de Pasco, Junín y La Oroya, no eran pueblos autoabastecidos. Tenían fuertes economías y una gran población urbana. No sabían de vida agrícola, nunca se auto proveyeron de alimentos. Ahora eran ciudades fantasmas. La electricidad había colapsado, los servicios de agua no pudieron sostenerse por falta de pago. Las vías y los servicios desaparecieron. Migraron. Huyeron del hambre. Se dirigieron a la costa y a la selva. Las invasiones y la falta de seguridad, en Huancayo, habían convertido en tierra de nadie al Mantaro. Sus pobladores tenían un bajo coeficiente mental por la contaminación permanente de Plomo y la mayoría presentaban deformaciones genéticas por la contaminación de Arsénico y otros metales pesados durante los150 años de explotación minera. En las pocas radios que se sintonizaban, aún se escuchaba la lacerante mentira: “La minería apoya el desarrollo”. El valle del Mantaro no era una zona elegible para migrar.
Hacía 5 años de la matanza. Hordas de miles de migrantes provenientes de las zonas mineras llegaron a la costa. Ya no había espacio en la zona urbana de Lima. Los cerros de Monterrico, de la Molina, del Agustino, de Comas y de las playas del sur, estaban cubiertos por casas de esteras. Las casas playeras del sur habían desaparecido con el tsunami del último terremoto. Ahora eran “barriadas” de casas de esteras, con su bandera. Nos Recordaban a los primeros días de Villa el Salvador, pero ahora estaba multiplicado por miles, la gente y sus necesidades.
El agua fue el detonante. Los que se establecieron primero recibían el agua de los camiones cisterna. Los que vinieron después, y se asentaron alejados, tenían que caminar kilómetros para recibir sus escasas raciones de agua. Hasta que un día las cisternas no llegaron. El estado había colapsado.
El estado ya no tenía ingresos provenientes de los movimientos económicos de los trabajadores de las minas. Por que las mineras como siempre, nunca pagaron sus impuestos con justicia. Siempre maniobraban sus contabilidades para reportar pocas ganancias, el Perú se quedó pobre.
La matanza, se produjo por proteger una de las caravanas de camiones de carga que llegaba del sur. Fue al amanecer. Hacían tres días que no pasaba ningún vehículo. El silencio fue roto por el rugir lejano de motores. Los perros ladraron. La gente con sed y con hambre no había dormido.
Cuando aparecieron las luces en la carretera, la gente corrió. Pensaban que era agua. La horda desesperada fue aumentando y se dirigió hacia los camiones. Agua, gritaban. Las luces se aproximaron. Llegaron, Los camiones no se detuvieron. Envistieron contra la gente y continuaron. La gente que estaba a los bordes de la carretera reaccionó y atacaron a los camiones posteriores.
Varios camiones con toldos se descubrieron, y soldados apertrechados empezaron a disparar contra la población. Como de costumbre, la prensa calló. No hubo denuncias policiales ni judiciales. Los soldados eran para militares, contratadas por las empresas mineras. Los muertos, fueron recogidos por palas mecánicas, e incinerados en unos crematorios portátiles. No había vestigios de la Matanza. Oficialmente, la matanza no ocurrió. Solo el nombre del lugar cambió. Ya no se llamaba Asia. Se llama “Las Matansas”.
En la selva, había un movimiento económico diferente. Cuando los laboratorios del hemisferio norte, empezaron a producir la cocaína transgénica a partir de bacterias Fusarium mejoradas, el narcotráfico se paralizó.
La OMS (Organización Mundial de Salud) de las Naciones Unidas (ONU), hacía 4 años declaro a la Hoja de la planta de Coca, efectivamente como no tóxica. La OMC (Organización Mundial de Comercio) Retiro a la hoja de coca de la lista de plantas tóxicas y autorizó la comercialización internacional.
Un grupo científico. Nombrado por la región APUMAYUS (Los Ríos Dioses) en referencia al río Santa, el río Marañón, el río Huallaga y el río Ucayali, de los departamentos de Ancash, Huanuco y Ucayali, que conforman esta región. Presentó el informe que hacía mucho tiempo se sabía. Que la hoja de coca no era tóxica. Los cocaleros agrupados en asociaciones comerciales implementaron Factorías de procesamiento. Se estaba vendiendo la hoja de coca como bolsas filtrantes y como polvo para su consumo como alimento funcional. La demanda mundial, cada ves mayor, ya había financiado 2 aeropuertos comerciales de donde diariamente partían cientos de aviones cargueros abasteciendo los mercados del mundo. El Té, el Café, el Chocolate, han sido desplazados. Los beneficios en la salud de la hoja de coca, consumido como polvo con los alimentos, estaba rehabilitando los sistemas digestivos y locomotores de sus consumidores.
Los agricultores cocaleros están bien organizados, y las plantas procesadoras pagan un justo precio. Pero ya no había áreas para más agricultores. Los cocaleros ya no dejaban llegar migrantes. Tenían u n sistema para militar que los disuadían. Las zonas proveedoras de mano de obra para la agricultura cocalera eran los nuevos centros de movimiento.
Los jornaleros bajaban en la época de cosecha y retornaban a sus tierras. Algunas poblaciones se organizaron y prosperaban. Otros eran centros de corrupción escándalo vida fácil y deterioro moral y social.
La agricultura en el norte estaba totalmente mecanizada. Requerían de poca mano de obra. Con el terremoto, las represas habían desaparecido y el agua de las cordilleras son muy escasas. Las grandes plantaciones están en los antiguos desiertos, junto al mar. Los campos agrícolas, de las antiguas irrigaciones están abandonados. No hay agua. Ahora la agricultura está irrigada con agua de mar desalinizada. Gigantescas plantas eólicas de electricidad generan energía suficiente tanto para desalinizar el agua como para abastecer los pequeños centros poblados. Eran verdaderas fortalezas medievales. Se restringía el ingreso a extraños. Son ciudades estado autónomas y con sus propias medidas de seguridad (Para militares).
Las grandes empresas agrícolas los protegen. Sus pobladores son técnicos altamente capacitados. La agricultura es tecnológicamente lo vas avanzado en el mundo. La circunstancia de un desierto, clima sin lluvias y agua desalinizada, permite la aplicación de tecnologías muy sofisticadas. Los cultivos transgénicos multiplicaron la productividad agrícola. Los agricultores andan con uniformes blancos, escafandras que cubren su cabeza con respiradores especiales y guantes plancos.
Las ciudades grandes están rodeadas por plantas procesadoras, que procesan alimentos. Los productos, son especiales, demandados por regiones del mundo, tanto como Alimentos funcionales, como para cubrir en las épocas de invierno, la ausencia en los mercados de los productos hortícolas y frutales frescos. El algodón de colores naturales, cubren grandes áreas agrícolas. Las semillas transgénicas de estas plantas los hicieron resistentes a las plagas. La fertigación con agua desalinizada, le ha permitido grandes producciones.
En algunas radios clandestinas que eran subvencionadas y protegidas en su informalidad por las mineras, cubrían todavía sus espacios de tiempo en blanco repitiendo la ofensiva mentira: La minería apoya el desarrollo en el Perú.
La Guerra por el agua entre Moquegua Tacna y Arequipa, había inutilizado los campos agrícolas. Por venganza a un ataque en la que tuvieron muchos muertos, un grupo había echado a sus ríos un metal venenoso. Los productos agrícolas de estos campos no son aptos para el consumo humano. Las pocas aguas habían sido contaminadas por las mineras. La poco agua existente, lo utilizaban para transportas sus minerales por los mineraloductos, y el agua contaminada se vertía directamente al mar.
En Juliaca y Puno, se vivía prosperidad. Un programa de transgénico de las alpacas había logrado que la fibra de alpaca fuera tan fina como la de la Vicuña. Habían logrado instalar genes de las vicuñas en el genoma de las alpacas. Grupos de pacovicuñeros, se habían organizado e importado sus plantas textiles y los venden a Juliaca. Los confeccionistas de Juliaca producen finas prendas que son solicitadas en todo el mundo.
La piel de las pacovicuñas, de las sacas anuales de animales viejos y exceso de machos, son comercializadas con gran demanda y a buen precio en los climas fríos del mundo. Se venden como abrigos y casacas de piel de vicuña.
Un estudioso en una conferencia, informaba. Si, Justo por aquí por encima de las colinas pasa la línea del tren rápido. Sí, el tren que se proyectó hacer para traer productos de la Patagonia , de la pampa Argentina uruguaya, paraguaya y boliviana, a los puertos de Apec: Ilo Callao y Paita. El tren también conecta a los llanos agrícola brasileros.
En el norte el tren llega hasta Manaos en el Río amazonas y existe un ramal al llano venezolano y hasta las siderúrgicas del Orinoco. El tren es subvencionado en un 30% en los fletes. Estaba bajando. Hace 3 años era 50 % de subvención y cuando comenzó hace 10 años era 70%.
La construcción del tren rápido (350 Km por hora) había sido financiada con el cobro a las empresas mineras y a la pesca de un 60% de Impuesto a la Renta.
Las empresas tienen como obligación pagar el impuesto a la renta en un monto mínimo igual al 10% del precio de venta de comoditis en el día del embarque. Las empresas que no podían pagar cerraban, y sus concesiones y licencias eran inmediatamente licitadas a empresas que pudieran pagar el valor de las acciones de la empresa deficitaria. El estado tenía que cobrar el 10 % correspondiente de parte de pago a los accionistas salientes, a quienes se les entregaba el saldo de sus acciones después de haber descontado el 10% no pagado.
Los Pagos del 10% al estado se hacen antes de 30 días de la fecha de embarque. Un día después a partir del día 31 el pago es del 15%. Y en el día 61 se licita la empresa..
Con este dinero se construyó el Tren Rápido Sudamericano.
Las Universidades han sacado promociones de profesionales, altamente calificados. Se logró contratando profesores de todo el mundo. La investigación rindió fruto con las plantas y animales transgénicas de alta producción y de alta calidad.
Los militares tienen centros de producción y de investigación, ahora que los coroneles, son los egresados de las escuelas militares, que recibieron a jóvenes graduados de los universidades, como sus cadetes. Todas las escuelas militares eran de pos graduados con altas calificaciones en sus universidades.
Al pasar el tren rápido por las zonas alto andinas, empezó el acopio de los nuevos productos. Papa transgénicas (Lograda con genes de Maca) resistentes al frío y a las plagas, que se cultivan en la meseta de Junín y en las laderas alto andinas de los grandes ríos. La prosperidad, emergía por agricultores laboriosos, alrededor de los pequeños reservorios con geomembrenas, que acumulan agua. Todo el cultivo de la zona alto andina es con riego tecnificado. La principal actividad en las épocas de lluvias es: almacenar agua.
Una prospera producción de flores GM (genéticamente modificadas), en los valles interandinos, producen seis cosechas al año, en invernaderos especiales, con riego tecnológico, con aguas también almacenadas en pequeños embalses.
La idea es llevar a los invasores de las playas del sur a estas zonas con prosperidad económica.
Pero el desaliento, y el pesimismo, provocado por las mineras, aún no se podían retirar de las mentes de estas familias.
Lima se está quedando sin agua. El embalse, con una represa de 5 metros de alto retiene el agua del Mantaro, en la Pampa de Junín. En la Oroya el río Yaulli corre en sentido contrario, del Mantaro, hacia la boca del túnel del tren rápido. El gran canal de agua que pasa el agua de la cuenca del Atlántico a la cuenca del pacífico, corre junto al tren de alta velocidad, en el túnel que une al centro del Perú, y a los trenes del norte y del sur, con el Callao.
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