Colpas: un pueblo escondido

Apenas dormí una hora el sábado pasado, y me desperté a eso de las cuatro de la mañana entusiasmado por mi viaje a Colpas, un pueblito pequeño pero de gente muy acogedora y sencilla en la provincia huanuqueña de Ambo.

Había decidido alejarme de todo, estaba emocionado por ir de pesca. Acorde encontrarme con Freddy Huacachino en Ambo, para luego de allí partir a Colpas. El viaje duro unos 40 minutos de Huánuco hasta Ambo. Allí encontré a Freddy, que me esperaba más o menos impaciente. Inmediatamente abordamos una camioneta que salía para Colpas.

Mi objetivo era participar de una pesca de truchas, nunca lo había hecho pero tenía curiosidad y saber lo que es la pesca. Pero la verdad es que no puede pescar las truchas que existe en esos ríos, más bien pesque una sirena!!!! Ajajay, mentira. La verdad que esa noche, no pudimos salir por que la Luna no era favorable…había bastante neblina y tapaba a cada rato la luz de la luna. Aparte que no había Luna llena, apenas un cuarto ménguate, que nos alumbraba tímidamente, pero no era suficiente.

En la tarde, mi amigo Freddy preparó unos ricos panes en un horno que ellos tienen….yo ayude a calentar el horno y ha traer la leña, y después que salió pude probar una pancitos bien ricos.

Colpa es un mundo distinto, con una forma de vida distinta, muy al estilo de la mayoría de los pueblos alejados y olvidados de nuestro país, apenas tienen luz y un teléfono para toda la comunidad. El lugar está rodeando de cerros verdes, un bello paraje, donde se respira un aire muy fresco, muy diferente a la ciudad de Huánuco.

La mayoría habla el quechua, y es interesante ver como los niños se comunican en quechua. Yo apenas sonreía pues no entendía ni “michi”. Pero aprendí algunas palabritas. ¡Qué envidia me da no saber el quechua!.

Luego en la noche, después de terminar de hacer los panes, Freddy y sus hermanos decidieron ir a traer palos (maderas), y me pidieron que los acompañe…pero no para cargar sino para que les alumbre con la linterna…..caminamos varios minutos y llegamos a un rio; pero la madera que ellos tenían que traer estaba al frente y cruzando el rio, así que cuatro de sus hermanos cruzaron el rio, también con unas linternas, el rio no era tan profundo y se internaron a un bosque de árboles, en busca de madera.

Mientras tanto, Freddy, su hermanito y yo nos quedamos en la orilla del rio, y es allí donde ocurrió una de las cosas que nunca voy a olvidar. Mi amigo cogió una hojita de un árbol…y se puso cerca de la boca…y podía hacer diferentes sonidos de aves. Y hasta sonidos de una corneta.

 

Quizás algunos no me lo creen, pero, el logro hacer melodías usando solamente una hoja de un árbol, pudo tocar desde, el Himno Nacional, hasta unos huaynitos…¡tan solo una hoja!. Quede sorprendido…intente hacerlo, pero solo logré que la hoja se rompa a cada vez que intentaba soplaplar y lograr hacer algún sonido….después de un rato se escuchó ruidos al frente del rió, eran sus hermanos trayendo grandes palos, de unos tres metros a más. Ayudados de una soga, hicieron pasar los palos y luego a volver a casa….Que destreza!, y habilidad de esa gente!!!

Ya en su casa…me prepararon una camita…varios pellejitos de carnero…mmm que rico…que colchón paraíso ni que ocho cuartos!!...dormí como rey. El domingo en la mañana después de darme mi último pasito….me regrese a mi casa, llevando unos cholitos y unas calabacitas verdes para mis viejos
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About Orlando Bravo Jesus

Blogger y periodista huanuqueño.
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