Desde una edad temprana, Irma mostró una pasión desbordante por el arte. Sin embargo, lo que la distinguió no fue solo su talento innato, sino su capacidad para utilizar el arte como un vehículo de transformación y conexión humana. Su obra no se limitaba a la creación de piezas estéticamente bellas; cada pintura, cada cerámica, era una manifestación de su compromiso con la vida y las personas que la rodeaban. "El arte de Irma siempre tuvo alma, reflejaba su amor por Huánuco y su gente", comentó su amiga y colega, Julia Pérez.
Más allá de sus logros artísticos, las cualidades humanas de Irma Carrasco de Vidal son las que realmente la hicieron destacar. Fue una esposa devota, madre amorosa y una educadora apasionada. Su matrimonio con Eddy Vidal, que duró 55 años hasta la partida de él, es un testimonio de su lealtad y amor incondicional. La pérdida de dos de sus hijos fue un dolor que soportó con estoica dignidad, demostrando una fortaleza que solo quienes la conocieron pueden comprender. "A pesar de sus pérdidas personales, siempre tenía una sonrisa y una palabra de aliento para los demás", recordó su hija Clara Vidal.
Como docente en el colegio María Auxiliadora durante 25 años, Irma no solo impartió conocimientos académicos, sino que cultivó valores y principios en sus alumnas. Su influencia iba más allá del aula, involucrándose en numerosas iniciativas culturales y religiosas. "Irma fue más que una maestra; fue una guía, una inspiración", expresó Ana Gutiérrez, una de sus exalumnas.
Irma también se destacó por su trabajo comunitario. Fue un pilar en la Junta Vecinal San Francisco y asumió la presidencia de la Asociación de Damas Huanuqueñas en tres ocasiones. Su labor en el Asilo Santa Sofía y la fundación de SERCOFE Huánuco para empoderar a las mujeres son ejemplos de su compromiso incansable con el bienestar social. "SERCOFE fue una extensión de su corazón, siempre buscando formas de ayudar y elevar a las mujeres de Huánuco", afirmó María Fernanda Espinoza, directora actual de SERCOFE.
En su dimensión artística, Irma dejó una marca indeleble. Fue miembro fundador de la Asociación de Artistas Plásticos “Ricardo Flores” y promovió el “Salón Nacional de Pintura Contemporánea Huánuco” en 1997. Su liderazgo fue fundamental en la institucionalización del Salón Nacional de Pintura Contemporánea durante su presidencia en el Concejo Regional de Cultura de Huánuco. "Su visión transformó el panorama artístico de Huánuco, brindando una plataforma para muchos artistas emergentes", destacó Julio Pérez, reconocido artista local.
Los últimos años de su vida los dedicó a la pintura y la cerámica, encontrando en estas formas de arte su mayor satisfacción personal. La fundación de la Asociación de Arte “Irma Carrasco de Vidal” por su amigo y discípulo Oliver Mucha Chávez asegura que su legado artístico continuará vivo. "Irma me enseñó que el arte es más que una técnica; es una forma de vida y un medio para conectar con el alma de las personas", dijo Oliver.
Irma Carrasco de Vidal será recordada no solo por su talento artístico excepcional, sino por su inagotable dedicación y amor por su comunidad. Su vida es un testimonio del poder del arte para transformar vidas y del impacto duradero que una persona puede tener cuando vive con pasión y compromiso. En un mundo a menudo carente de humanidad y belleza, el ejemplo de Irma nos recuerda la importancia de ambas. Su legado nos inspira a buscar la belleza, a cultivar la bondad y a vivir con un corazón abierto.
Huánuco ha perdido a una de sus más grandes hijas, pero su espíritu sigue vivo en cada obra de arte, en cada vida que tocó y en cada iniciativa que fundó.
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