La Toma de Tierras de Paucarbamba un legado histórico para las nuevas generaciones


¡La invasión estaba en marcha! Un grupo de valientes huanuqueños se había unido con un objetivo común: tomar las tierras de Paucarbamba, Paucarbambilla y San Luis,  para proporcionar un hogar a aquellos que no tenían donde vivir. La historia comenzó a tomar forma en el año 1963, bajo el gobierno del arquitecto Fernando Belaúnde Terry y el liderazgo del ingeniero Walker Gustavo Soberón Velesdevilla, quien también se desempeñaba como alcalde de Huánuco en aquellos días.

Fue en el mes de agosto cuando Serafín Espinoza Illatopa, un comerciante muy conocido en Huánuco y en el barrio de Huallayco, se encontró con el ingeniero agrónomo Gustavo Soberón en el lugar conocido como Culquis. Soberón, apodado "loco" debido a su forma impredecible de reaccionar ante las situaciones, reveló a "shogpe" su desacuerdo con la expropiación de las tierras de San Luis, Paucarbamba y Paucarbambilla, que habían pertenecido a la familia Echevarría y ahora serían utilizadas para plantaciones de eucaliptos.

Soberón compartió su visión de que estas tierras podrían ser mejor aprovechadas al ser invadidas por personas necesitadas, brindándoles un lugar para vivir en lugar de dejarlas destinadas a plantaciones comerciales. Sin embargo, consideraba que faltaba un líder capaz de llevar a cabo tan audaz empresa en Huánuco. En ese momento, Serafín Espinoza ofreció su conocimiento de los hullayquinos, un grupo conocido por su determinación y valentía, y se comprometió a encabezar la invasión con la ayuda de sus amigos del barrio de Huallayco.

Después de regresar de Culquis, Serafín se dirigió a una peluquería en la cuadra 12 del Jr. Huallayco, donde se encontraba Esteban Tarazona, apodado "pirinchico". La peluquería se convirtió en el lugar de encuentro de amigos, donde compartían bromas y risas mientras se ponían al día con las novedades del día. Fue allí donde Serafín Espinoza compartió la idea de la invasión con todos los amigos del barrio, incluido Juan Izquierdo, también conocido como "Puco".

En ese momento, surgió la necesidad de buscar apoyo de otras personas para llevar a cabo la invasión. Serafín se dirigió a la tienda de abarrotes de Roque Rosales Malpartida, apodado "pato roque", para informarle sobre el plan. "Pato roque" se ofreció a apoyar la iniciativa y, coincidentemente, Eduardo Pérez, conocido como "moco", pasaba por allí en dirección al cine. Rápidamente, se le informó sobre la novedad y se le pidió que difundiera la noticia entre sus amigos y familiares.

La emoción crecía y más personas se unían a la causa. Augurio Laos Machuca, apodado "cholo augurio", se presentó en la tienda del "pato roque" y se mostró entusiasmado por la idea de tener un terreno propio. La noticia se difundió en secreto, evitando que la policía se enterara, y se acordó una primera reunión en las graderías de la Parroquia del Patrocinio, en la Alameda de la República, para el día 22 de agosto.

En esa noche de reunión, un grupo reducido encabezado por Serafín Espinoza se congregó. Juan Izquierdo, Eduardo Flores Pérez, Augurio Laos Machuca, Abelardo Flores Bernal, Roque Bernal y Roque Rosales Malpartida estuvieron presentes para planificar los siguientes pasos. Decidieron convocar a otra reunión en las mismas graderías al día siguiente, pero esta vez debían asegurarse de invitar a un mayor número de personas, ya que el éxito de esta empresa dependía de la participación masiva.

Con sus corazones llenos de valentía y determinación, este grupo de amigos huanuqueños se estaba preparando para una aventura que cambiaría sus vidas y las de muchas personas en busca de un hogar. La invasión a las tierras de Paucarbamba, Paucarbambilla  y San Luis  estaba a punto de comenzar, y el destino de esas tierras estaba destinado a cambiar para siempre.

En la segunda reunión, que contó con la participación de alrededor de cincuenta personas, se tomó la decisión de trasladar el encuentro a la casa de Augurio Laos Machuca, ubicada en la Alameda, junto a la parroquia del Patrocinio. Esta medida fue adoptada como precaución debido a la información recibida de que la policía estaba al tanto de los planes de la asamblea y tenía la intención de intervenir. De hecho, se supo que un Guardia Civil llamado Andrés Orihuela, conocido como el "buche", había visitado la residencia de Augurio Laos Machuca y había interrogado a su esposa acerca de los disturbios y desórdenes en la ciudad.

Ante las sospechas de que la policía pudiera intervenir en la reunión, la esposa de Augurio negó cualquier conocimiento sobre los acontecimientos y, en consecuencia, se decidió cambiar de lugar para garantizar la seguridad de los participantes.

Al día siguiente, la reunión tuvo lugar en la residencia de Agustín Zevallos, quien era conocido como el "cuello 80". Durante este encuentro se formó la primera directiva del grupo y Julio Alejandro fue invitado a unirse a la asamblea por Serafín Espinoza, quien era su compañero de trabajo y una persona reconocida por su conocimiento y perspicacia.

"Shogpe", como era conocido, declinó la propuesta de los asistentes para convertirse en presidente de la junta directiva. En su lugar, Julio Alejandro Hurtado fue elegido para ocupar dicho cargo, recibiendo el respaldo y la confianza de los presentes en la asamblea.

El 28 de agosto de 1963 marcó un hito en la historia de Huánuco con la realización de una masiva invasión de tierras desocupadas en las zonas de Paucarbamba, Paucarbambilla y mas adelante San Luis. La invasión fue llevada a cabo por un grupo de valientes vecinos decididos a tomar posesión de estas tierras y brindar un hogar a las familias necesitadas de la ciudad. 

La organización y liderazgo de esta iniciativa estuvieron a cargo de la primera directiva conformada por destacadas personalidades locales.

Encabezando esta directiva se encontraba el presidente Julio Alejandro Hurtado, quien demostró una gran determinación y liderazgo durante todo el proceso. Francisco Bernardo Dueñas fue designado como Secretario de Actas y Archivos, encargado de documentar y conservar los registros de las reuniones y actividades. Juan Borja Ursula asumió el cargo de Secretario de Economía, responsable de manejar los recursos financieros necesarios para la invasión.

La seguridad y defensa de los invasores estuvieron en manos de Juan Estacio Martel, designado como Secretario de Defensa. Roque Rosales Malpartida fue el encargado de mantener la disciplina dentro del grupo en su rol de Secretario de Disciplina. La organización y logística de la invasión estuvieron bajo la responsabilidad de Augustin Zevallos, quien se desempeñó como Secretario de Organización.

El importante papel de la difusión y propaganda recayó en Abelardo Flores Bernal, designado como Secretario de Prensa y Propaganda. Fue su labor informar a la comunidad sobre los objetivos y avances de la invasión. Por último, Juan Izquierdo Hidalgo asumió el cargo de Secretario de Asistencia Social, encargado de brindar apoyo y atención a las familias involucradas en la invasión.

Estos dirigentes contaron con el respaldo de un grupo de vocales comprometidos, entre ellos Serafín Espinoza Illatopa, Eduardo Flores Pérez, José Francisco Portal Mendoza, Augurio Laos Machuca, Avelino Chocano Estacio, Marino Chocano Garay y Eloy Flores Pérez.

La invasión se planificó meticulosamente en una serie de reuniones que tuvieron lugar en diferentes lugares de la ciudad. Una de las últimas reuniones se llevó a cabo en la casa de Gregorio Salazar, conocido como "el soso". Durante esta reunión, se acordó la fecha y el lugar para la invasión: el 28 de agosto a medianoche, en un lugar conocido como "El Hueco" o "quebrada de las Moras", ubicado al costado de la capilla de la Cruz de Puelles.

En ese momento crucial, el Dr. Jorge Espinoza Egoavil hizo su aparición, quien había sido abordado previamente por Serafín Espinoza y Roque Rosales para solicitar su asesoramiento en los planes de invasión. El Dr. Espinoza había expresado su deseo de ser convocado cuando hubiera un mayor número de personas, considerando que era una misión delicada. Al presenciar la gran cantidad de personas presentes, el Dr. Espinoza se mostró dispuesto a brindar su apoyo y asesoramiento, lo que fue recibido con entusiasmo y aplausos por parte de todos los presentes.

Después de la reunión, se organizaron subcomités por barrios para coordinar la invasión de manera efectiva. Se establecieron dos grupos principales: el Primer Grupo, integrado por vecinos de Huallayco, San Martín, Cruz Blanca, Alameda, Abtao, Pedro Barroso y áreas cercanas, y el Segundo Grupo, conformado por residentes de los jirones Iscuchaca, San Sebastián y San Pedro, entre otros. Cada grupo llevaba consigo herramientas, banderas, colchones, víveres y otros elementos necesarios para la invasión.

Llegado el momento, los grupos se reunieron en la plaza San Cristóbal, donde también se encontraban estudiantes de la escuela normal mixta superior Marcos Duran Martel. Mientras se preparaban para avanzar hacia los terrenos designados, ocurrió un encuentro con la policía local. Eloy Flores, sosteniendo en alto la bandera peruana, entonó el Himno Nacional, seguido por todos los presentes. La policía decidió no intervenir en ese momento, pero más adelante, en el parque San Cristóbal, volvió a bloquear el paso por el puente Calicanto.

Los dirigentes de la invasión se acercaron a la policía para entablar un diálogo, asumiendo la responsabilidad de cualquier eventualidad y enfatizando que su objetivo era simplemente tomar posesión de las tierras desocupadas. Con esto, la policía retiró las cadenas de las garitas de control del puente Calicanto. En medio de la alegría y la victoria, Augurio Laos hizo estallar fuegos artificiales, tal como se había acordado en la asamblea.

El 28 de agosto de 1963, a las 10 de la mañana, las autoridades representativas de Huánuco se hicieron presentes para brindar su apoyo a la invasión. Se inició el proceso de empadronamiento de las primeras familias que ocuparían los terrenos, que comenzó el 4 de septiembre de ese año y registró un total de 1538 familias en el primer libro de empadronamiento.

La invasión liderada por la primera directiva y respaldada por los valientes vecinos de Huánuco fue un evento trascendental que marcó el inicio de una nueva etapa para las familias necesitadas de la ciudad, brindándoles la oportunidad de tener un lugar al cual llamar hogar.


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About Orlando Bravo Jesus

Blogger y periodista huanuqueño.
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