La ex casa hacienda Vichaycoto, ahora conocida como Cooperativa Agraria Huallaga Vichaycoto y Anexos, se ha convertido en un valioso patrimonio industrial en la región de Huánuco.
Pedro Carrasco Cámara, miembro de la Comisión Liquidadora de dicha cooperativa, destaca la importancia de esta antigua hacienda debido a su estructura arquitectónica, la reconocida calidad de su producción y su trascendencia en la dinámica económica del centro del país.
La hacienda Vichaycoto, en sus días de esplendor, fue propiedad de la familia Durán bajo la razón social Negociación Augusto Durán. Se dedicaba a la producción de caña de azúcar de la más alta calidad, fabricando azúcar para el consumo local en momentos críticos y produciendo el mejor aguardiente de caña de azúcar del Perú, con calidad de exportación. Su capacidad de producción llegaba a las 4000 arrobas diarias, y cultivaban alrededor de 600 hectáreas de caña de azúcar.
En cuanto a la dinámica social de la hacienda, contaba con aproximadamente 370 campesinos que trabajaban en la fábrica o en los campos de cultivo. Estos campesinos vivían dispersos en los 7 anexos de propiedad de la empresa, como Yanag, Vichaycoto, Sancarragra, Choquecocha, Canchaparan, Yaca y Vigsacocha, entre otros.
La jornada laboral en la hacienda tenía una distribución del tiempo específica. Los trabajadores ingresaban a las 7:00 de la mañana y tenían un descanso a las 10:00 de la mañana para tomar su "mallgua" y "chacchar" la hoja de coca. Luego continuaban trabajando hasta el mediodía, momento en el que se tomaba el almuerzo. Por la tarde, el trabajo se reanudaba a la 1:00 y continuaba hasta las 5:00 sin interrupciones.
En cuanto al salario, los trabajadores de campo ganaban alrededor de 2 soles diarios, mientras que los empleados de oficina ganaban aproximadamente 5 soles diarios. Además del salario, la hacienda proporcionaba beneficios como la dotación mensual de granos, tubérculos, azúcar y aguardiente. También se brindaba carne durante la limpia de la acequia en el mes de mayo, así como coca y aguardiente para el trabajo de limpieza.
Pedro Carrasco Cámara, quien trabajó en la hacienda desde 1950, afirma en una entrevista al diario huanuqueño Pagina 3 sentirse contento y valorado por haber servido a la familia Durán. Recuerda especialmente al señor Octavio Bernal, gerente cercano a los trabajadores, ya que el propietario, Augusto Durán, visitaba la hacienda esporádicamente.
El corazón de la fábrica era el trapiche, donde se convertía el jugo de caña en aguardiente puro de caña. El proceso industrial se basaba en una chimenea imponente que succionaba el aire para producir la combustión.
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