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El distrito de Amarilis, en la provincia de Huánuco, rinde homenaje a uno de sus hijos más destacados, el Dr. Armando Ruiz Vásquez, reconocido educador, escritor y político, cuyo legado perdura en la memoria colectiva de esta región.
Nacido el 20 de noviembre de 1943 en Banbamarca, Cajamarca, Armando Ruiz Vásquez fue el hijo de don Eloy Ruiz Díaz y doña Luzmila Guadalupe Vásquez. Sus primeros pasos en la educación los dio en el Colegio Nacional de San Carlos de Banbamarca, completando su educación secundaria en el Colegio Nacional San Ramón de Cajamarca. Posteriormente, ingresó a la prestigiosa Universidad Nacional Técnica de Cajamarca, donde obtuvo su título de profesor de educación secundaria en la especialidad de Castellano y Literatura en 1968. Su incesante búsqueda del conocimiento lo llevó a obtener el título de Doctorado en Ciencias de la Educación en 1977, otorgado por la Universidad Enrique Guzmán y Valle. Además, en 1978, realizó estudios de posgrado en Lingüística Hispánica en la Universidad Nacional de San Marcos.
A lo largo de su carrera docente, el Dr. Armando Ruiz Vásquez dejó una huella imborrable en diversas instituciones educativas. Impartió su sabiduría en la Universidad Nacional de Cajamarca, la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga y la Universidad Particular Víctor Andrés Belaunde de Ayacucho. Desde 1976, ha residido en Huánuco, donde actualmente ostenta el título de profesor principal en la Universidad Nacional "Hermilio Valdizán" de Huánuco. Durante su estancia en esta ciudad, desempeñó diversos cargos de importancia, como la Jefatura del Departamento Pedagógico de Lengua y Literatura en 1992.
Además de su destacada trayectoria académica, el Dr. Armando Ruiz Vásquez incursionó en la política, convirtiéndose en el primer Alcalde del Distrito de Amarilis durante el primer gobierno municipal del periodo 1984-1986. También desempeñó el cargo de Delegado Titular de la Asamblea Regional de la Región Andrés Avelino Cáceres en la categoría de universidades desde junio de 1990 hasta 1991.
La pluma del Dr. Armando Ruiz Vásquez trascendió los ámbitos académicos y políticos, dejando una valiosa contribución en el campo de la literatura. Sus obras literarias han sido publicadas en revistas locales y nacionales, abarcando diversos géneros. Algunos de sus trabajos notables incluyen "El cuento Huanuqueño" (1982), "Maraví" (1993), "Convergencia 12 Cuentos" (1984) y "Antología Huánuqueña Poesía Siglo XX" (1992). En 1982, publicó la primera edición de "PALABRA VIVIDA", seguida de una segunda edición en 1982, junto con el poemario "MIEL DE LUNA". Asimismo, dejó un libro de investigación inconcluso titulado "EDUCACIÓN; modalidades. METODOLOGÍA para su investigación". Su talento literario fue reconocido en múltiples concursos, entre ellos el Concurso Nacional José Carlos Mariátegui, donde obtuvo el segundo lugar en el cuento de las Mil Palabras de la Revista Caretas en 1980, mereciendo una Mención Honrosa. En el Concurso Nacional de Ensayo y Poesía promovido por el Club Huánuco de Lima con motivo de la Fundación de Huánuco al cumplir sus 450 Aniversario, se destacó al obtener el primer puesto en la categoría de Ensayo. En los Juegos Florales de Cuento, Poesía y Leyenda (1991) con motivo del 47 Aniversario de la ciudad de Cerro de Pasco, obtuvo el segundo puesto en la categoría de Cuento.
Trágicamente, el 22 de enero de 1992, el Dr. Armando Ruiz Vásquez perdió la vida víctima de un asesinato mientras se encontraba como candidato al sillón Municipal del Distrito Metropolitano de Amarilis para el periodo 1993-1995. Su partida dejó un vacío en la comunidad educativa, política y cultural de Huánuco. Sus restos descansan en el Cementerio General de Huánuco, pero su legado perdura en el corazón de quienes lo conocieron y en el valioso aporte que dejó a través de su amplia obra.
La figura del Dr. Armando Ruiz Vásquez se eleva como un ejemplo inspirador de dedicación, compromiso y pasión por la educación, la literatura y el servicio a la comunidad. Su vida y obra continúan siendo fuente de inspiración para las generaciones venideras, y su nombre quedará grabado en la historia de Huánuco como un hombre que dedicó su vida al enriquecimiento cultural y al bienestar de su tierra natal.
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