
Después de dos horas de viaje y cuatro horas de caminata por un angosto camino llegamos a las Cinco Lagunas, esta vez en compañía de dos americanos y nueve peruanos, entre ellas dos niñas gemelas.
Mi temor era que pudiera llover como la última vez que visitamos el lugar, o lo que es peor granizar, ya que días antes del paseo, el clima en la ciudad de Huánuco nos había sorprendido con algunas lluvias. Felizmente ese día tuvimos un cielo despejado, y las Lagunas se encontraban en todo su esplendor.
Diego un niño de 14 años de edad fue el primero en llegar a la Cuarta Laguna, (3.900) mientras que Cristina y Rosario dos intrépidas gemelas no querían quedarse atrás y apuraban el paso.
A eso de las 11.00 de la mañana ya todos estábamos al frente de la Cuarta Laguna, conmocionados ante tanta belleza.
A eso de las 11.00 de la mañana ya todos estábamos al frente de la Cuarta Laguna, conmocionados ante tanta belleza.

Después el guía de Pillco Travel & Tours nos indicó que teníamos que hacer un pequeño ritual "el pago" a Las Cinco Lagunas, que consiste en entregar pequeños regalos a la "mama cocha" (caramelos, coca, cigarro, aguardiente).
Posteriormente actitud de silencio y meditación nos acercamos a las orillas de la laguna, para saludar y agradecer a la naturaleza por tanta belleza, y a la vez hacer entrega de nuestras ofrendas.
Después de contemplar por un momento el paisaje, tomamos un breve descanso a orillas de la cuarta laguna, para luego degustar la merienda.
Después de contemplar por un momento el paisaje, tomamos un breve descanso a orillas de la cuarta laguna, para luego degustar la merienda.
Y mientras comíamos, se podía apreciar algunos patos silvestres que volaban muy alto y se posaban a unas pequeñas islas que hay en las lagunas.
Sin duda este paseo quedará en el recuerdo de todos ya que pudimos apreciar la naturaleza e intercambiar experiencias con personas de otro cultura.

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