Amarílis indiana


A lo largo de los últimos años se han escrito innumerables hipótesis sobre la famosa autora de la “Epístola de Amarilis a Belardo” tratando de descubrir su identidad. El las siguientes párrafos conocerá quién fue verdaderamente Amarilis, gracias a las ultimas investigaciones hechas que nos confirman la identidad de esta poetisa huanuqueña:
Maria de Rojas y Garay nació en la apacible y primaveral ciudad de león de Huánuco. Su progenitor fue el criollo huanuqueño Diego de Rojas y Pinelo , y su madre la criolla doña Beatriz de Garay y Salcedo, quienes a su vez contrajeron matrimonio en Lima , donde la madre tenía fija su residencia. Afines de 1593 , el matrimonio se traslada a Huanuco. Allí, probablemente los últimos meses de 1594 o los primeros meses del año siguiente, nace la futura Amarilis Indiana. El hogar de los Rojas-Garay gozaba de una holgada posición económica, pues contaba con propiedades rurales en distintos puntos del país, esclavos , indios, así como bienes inmuebles en Lima y Huánuco. Además se respiraba un ambiente pulcro y culto, sobre todo por parte de la madre que era una mujer de elevado espíritu, a la que se atribuía inclinaciones intelectuales para la época ya que contaba con una nutrida biblioteca particular.

En 1599, con toda seguridad ya nacida la hermana menor de nombre Luisa (la Belisa de la epístola) la familia retorna a Lima y se instala en una casa aledaña al famoso corral de Corral de Comedias. Es más que probable que la futura poeta se familiariza con la obra del Fénix de los Ingenios. En 1602, el padre debe retornar una vez a Huánuco, a raíz de haber sido designado alcalde de dicha ciudad, donde permanecerá hasta 1604, año en que nuevamente estará en Lima.

A fines de 1608, las dos hermanas todavía en la edad pueril (14 y 12 años aproximadamente), pasaron por el trance de perder a su señora madre, Ante tan grave y penosa situación, don Diego se ve en la penosa situación de poner a la menor, Luisa como “dama de piso”en el monasterio de la Encarnación el 1 de junio de 1609, al año siguiente, el 15 de noviembre, hizo lo mismo con maría. Tal como se acostumbraba en al época, les aseguraba su educación a la parque un piadoso consuelo de la tragedia familiar. En el monasterio elegido “ se respiraba un ambiente refinado por el nivel social del monjío, el aparato y la magnificencia de las funciones religiosas , (...) la ilustración de los capellanes mayores”(Lohmann Villena, 1993). La mayoría de las hijas de las familias ricas habían sido educadas allí. Fueron sus maestros los licenciados Diego de Méndez y Juan Rodríguez de León. El primero fue cosmógrafo mayor del virreinato y prestigioso hombre de letras, posible autor de la coreografía del Perú (1608). El segundo era hermano del sabio Antonio de León Pinelo.

Cabe también la posibilidad de que María de Rojas y Garay haya conocido al prior del cercano convento del rosario, el místico poeta fray Diego de Hojeda, que desempeñó dicho cargo precisamente entre marzo de 1610 y noviembre de 1611, en reemplazo de fray Nicolás de Agüero, gran amigo suyo y primo en segundo grado de la joven. Por esa época vivía en dicho convento fray miguel de Acuña y Pinelo, su tío segundo. Es pertinente aseverar que nuestra poetisa pulió su educación y cultura en el monasterio de la Encarnación y es muy probable que, a sus diecisiete años, ya haya mostrado más que aceptables aptitudes literarias.

En 1612 les sobreviene a las dos hermanas la segunda experiencia dolorosa: el fallecimiento de su padre en Huánuco a fines del mes de junio. Antes de que quedaran en estado de orfandad, el tío Luis de Rojas, primogénito y heredero principal del abuelo Diego de Rojas, fue designado testamentariamente como tutor y curador de las huérfanas. Ellas abandonaron el monasterio posiblemente el 13 de julio de 1612 y fueron acogidas temporalmente en el hogar del doctor Leandro de Larrinaga Salazar (tío político de Luis de rojas e hijo y hermano de alcaldes limeños). Al poco tiempo retornan a Huánuco, es muy probable que ambas hijas llegaran a vivir en la casa de su tío y tutor.

En noviembre de 1612 llega la ciudad de Huánuco fray Diego de Hojeda, castigado injustamente por el vicario dominico, don Alonso de Almeida a consecuencia de una serie de intrigas urdidas en su contra. Ya no nos cabe menciona la menor duda de que en esta oportunidad si pudo surgir franca y terna amista entre el piadoso autor de “la cristiada” (1611) y nuestra amarilis, y no es desatinado conjetura que fue este santo varón quien le sugirió enviar la epístola al Fénix de los Ingenios.

La felicidad de las dos hermanas se ve acrecentada cuando en julio de 1615, se casa Luisa de Rojas y Garay con Luis Blázquez de Valverde, aquel joven venturoso que nos habla la epístola, que llegó a ser alcalde de Huánuco en 1624 y corregidor de Huamalíes en 1643. En ese mismo año sucede otro hecho a todas luces para el sensible espíritu de nuestra Amarilis: el 24 de octubre fallece Fray Diego de Hojeda, a sus 44 años victima de una grave enfermedad.

Los años pasan apaciblemente. No sabemos de que manera prende la llama del amor en el sensible corazón de Amarilis; lo cierto es que, en enero de 1617, contrae matrimonio por poder con el criollo cuzqueño Gómez de Ramírez y Quiñónez, compromiso que fue ratificado el 24 de mayo del mismo año, pero en la ciudad de los reyes, específicamente en la casa de doña Miliana de Larrinaga Salazar. Su consorte tenía casi la misma edad de ella. Posiblemente en l mes de agosto emprenden el largo y penosísimo camino al Cuzco, que normalmente se hacía en 22 días.

Establecida en la antigua capital incaica, no es faltar a la verdad indicar que el joven matrimonio se haya codeado con el más granado de la sociedad cuzqueña.

En el mes de abril de 1621 María de rojas y Garay da a luz a su único hijo el que se llamó Luis Osorio de Quiñónez posiblemente al resultar de este parto se quebranto seriamente su salud, o por alguna enfermedad mortal, o quizá como consecuencia de factores hereditarios; lo cierto es que la vida de nuestra insigne paisana se apagó silenciosamente en ¿agosto? de 1622 a sus escasos 28 años de edad. Casi al año, en agosto o setiembre de 1623, su esposo sufrirá el mismo y fatal trance. De su vástago se pierde el rastro.
Fuente:Amarilis Indiana.
Share on Google Plus

About Orlando Bravo Jesus

Blogger y periodista huanuqueño.
    Blogger Comment
    Facebook Comment

0 comentarios: